MATE

MATE
La vida en un mate: sorber despacio y saborearlo con intensidad ya que el mate, como la vida, cuesta un tiempo prepararlo, pero si no se disfruta al beberlo, cuando se acaba ya será tarde. Fotografía tomada en Argentina durante el corralito del año 2002

19 enero 2013

Vuelta al mundo 2013, CAPITULO 8 - IRKUTSK (GMT+9)

DÍA 13º NOVOSIBIRSK-IRKUTSK

Dejamos Novosibirsk atrás y el tren avanza para recorrer los muchos kilómetros que hay entre estas dos ciudades. Será una etapa larga que llevara dos noches completas con su día en el interior del tren. Uno se puede apear a respirar el aire fresco, fresco, fresco, eso aquí todos los días, pero sin descuidarse mucho si uno se acerca a la estación, ya que la mayor de las paradas no suele ser de más de 20 minutos. Y aquí no se espera ni por el Tato.


Después de pasar noche muy descansada, en concreto este tren no lleva demasiada gente, amanecemos cerca de la ciudad de Krasnoyark a la que llegamos sobre las 9 de la mañana hora de Moscú. El paisaje sigue siendo muy poco variable, con mucha nieve y algunos pueblecillos con sus casas bajas haciendo acopio del blanco elemento en sus tejados.

Por los pasillos una señora pasa primero barriendo el vagón y luego fregándolo. Me llama la atención que no usara el tan útil invento español de la fregona, al carecer de palo tanto la escoba como la bayeta anexada a una madera para limpieza incomoda del suelo. Estos rusos tanto subir al espacio en el Soyuz hace casi 50 años y todavía se arrastran para fregar. “Ay señor, señor…llévame pronto, que no lo quiero ver”.

En mi compartimento una chica, Taya, de Novosibirsk me comenta que va a visitar a unos amigos suyos en Chita, población importante después de Irkutsk y Ulan-Ude, y charlamos durante el viaje ya que si habla inglés sin problema.

Vemos el gran río Yenisey a nuestro paso desde el tren, el cual está en estado líquido y sus caudalosas aguas se dejan llevar corriente abajo. Este río discurre por una Republica cercana de nombre Khakassia, y llamo cercano a unos 500 kms más o menos de distancia de la ruta principal del Transiberiano. La nombro simplemente por la importancia que tuvo un lugar cercano a su capital Abakán, como lugar de exilio del líder ruso Lenin. Este lugar se llama Shushenskoe, y en él permaneció Vladimir los últimos casi 4 años del siglo XIX. Tuvo tiempo a soñar con toda su gran revolución posterior que vendría casi dos décadas más tarde.

Resto de día tranquilo con tiempo para la lectura y clasificación de fotos tomadas en los últimos días. Compro” pierogi de kartofen” a una vendedora ambulante que pasa por los vagones ofreciéndolas a tan solo 25 rublos, no llegan a 50cts de euro y estaban buenísimas. Para quien no os suene, las “pierogi” son una especie de empanadillas, a veces cuasi crudas y otras veces muy fritas, y el relleno “kartofen” es de patata, como indica su nombre en alemán.

En varias estaciones se ha ido subiendo gente y ya somos más en la noche transiberiana, pero igualmente muy descansada salvo por el mayor contoneo de los vagones al acercarnos a la más sinuosa ruta a Irkutsk.

DÍA 14º IRKUTSK (GMT+9)

Llegada a las 2h35m hora de la capital moscovita, aquí en Irkutsk casi amaneciendo, ya que ahora pasamos a tener una diferencia de 5 horas más que en Moscú. Como me ayuda mi teléfono en el que grabo todas las diferencias horarias y ciudades, sino sería dificilísimo vivir casi siempre con tres horarios que uso cada día: Madrid para seguir vuestro día y noche, Moscú para coger todos los trenes y la ciudad donde me encuentro para mi vida rusas. Pues ya van unos cuantos cambios horarios, casi uno cada dos días, desde que comencé el viaje.

Como hago casi siempre, descargo mapa en mi teléfono en la estación con wifi gratis siempre. Vuelvo a comentar que es un lujo poder viajar así de conectado, por la facilidad de descargar planos, mapas de situación de hostales, etc. Tomad nota políticos occidentales, hoy en día la información no cuesta nada, sino se quiere cobrar por ella, y por supuesto me refiero a Internet y su conexión pública.

Tranquilamente busco a la salida de la estación un sitio con luz para poder desayunar algo, y ya muy cerca de la gran china, hoy me toca desayunar en un chino. Repleto de comida su mostrador a esas horas, y rollito primavera con salsa agridulce. Con este friísimo invierno siberiano que gusto da adelantarse una estación completa aunque solo sea para comer el rollito “primavera”. El zumo natural por tan solo 10cts, tiende a extrañarlo el paladar europeo, porque creo sino me equivoco era de Lichis, fruta no muy usada en occidente.

Localizado el hostel más económico, veo que hay otro con poca diferencia de precio muy cerca de la estación sin tener que cruzar las vías y me dirijo a él. Consigo llegar hasta cerca de su calle pero no doy con el edificio que es, ni con su entrada, que muchas veces son traseras y cuesta dar con ellas. Al final lo localizo e intento timbrar pero sin éxito al no saber el código, espero un buen rato a ver si sale o entra alguien pero nada. Me estoy congelando literalmente de frío. Al final sale una señora y entro para picar en el primer piso donde se debería de encontrar el ansiado a esas horas lugar de calor inmediato, pero la fortuna no me sonríe, y nadie abre.

Opción B, el más económico aunque a unos dos kilómetros de allí. A caminar toca, con los dedos de los pies a punto de solidificarse cual cubito en cubitera de fría nevera. Avanzo entre vahos de mi propia respiración que se juntan con los emergentes del agua del río Angara a mi paso sobre él. Que preciosidad cruzar el puente a esas tempraneras horas, que vista del agua corriendo liquida por el centro del río mientras sus orillas avanzan en congelación.


Una vez que topo con Explorer Hostel Irkutsk, en la calle 5th Army, me ayuda dependienta de tienda con el numero electrónico a picar y me abre rápidamente mi nueva y de gran ayuda en Irkutsk, Yelena.

Nombro este backpackers, su dirección y a su dueña, porque me ayudó muchísimo en todo lo relacionado con la visita de la ciudad, información sobre nuevos billetes de tren hacia Ulán Ude y visita del lago Baikal. Genial Yelena, me alegraría tuvieras nuevos clientes que se guiaran en el futuro por este blog. Cada poco recibo correos de otros viajeros que me contactan para solicitar ayuda en países que van a visitar y yo ya estuve. Es el caso de mi buen amigo y seguidor del blog, Ángel de Leganés, otro infatigable viajero, últimamente de visita en la región de los grandes lagos africanos. Un saludo Ángel.

Descanso un poco de las más de 40 horas de viaje, y salgo a visitar la ciudad. Animadísima ciudad de Irkutsk, y si esto lo digo en invierno, me imagino en verano, al ser el punto de partida para la visita del cercano Lago Baikal.

Yelena me indica las principales calles y lugares a ver, y nada más salir me topo con un gran estadio, me imagino en verano con pista de atletismo y demás deportes pero que ahora está completamente helada, y sirve de pista de patinaje sobre hielo, pero en su variante de velocidad. Que precioso es ver este deporte tan poco habitual en las televisiones salvo en los juegos olímpicos de invierno, que por cierto como ya os había comentado, serán el próximo año en la localidad rusa de Sochi.

Varios niños estaban siendo dirigidos por su entrenador, en cuanto a la coordinación de movimientos que propiciaran el máximo desplazamiento con el menor esfuerzo, deslizándose sobre sus grandes y afiladas cuchillas a gran velocidad.

Me quedé absorto contemplando aquel gran espectáculo, que de tan absorto que me quedé, casi me quedo como la superficie utilizada por tan espectaculares patinadores. Las botas me costaba despegarlas del hielo.

Y para que me siguiera bajando la temperatura corporal y acabara de notar los síntomas de la congelación del bacalao en altamar, nada más salir del olímpico estadio me veo un entretenido encuentro de hockey hielo, entre dos juveniles equipos de la zona. Que guapo también, pero que dura la vida del espectador español en Siberia rusa. Lo de ver las olimpiadas de invierno en casina ye una pasada.

En la calle, camino de la plaza principal, varios vendedores ofrecen sus artísticas producciones. Que duro también el mundo de la subasta de arte en plena calle rusa.

Al poco rato, como no, como en todas las ciudades rusas, la figura de Lenin petrificado de frio sobre su pétreo altar callejero. No pasaría frio este hombre ni nada después de morirse. Siempre en alguna calle o plaza redirigiendo la nación.

Muy cerca de allí me acuerdo mucho de mi padre, gran conductor de bus durante muchísimos años, pero ya otros muchos dedicados a su apasionada vida ganadera en tierras de Siero, como mis también queridos tíos. Y es que me encontré aquí en Rusia a la vaca perfecta. A la vaca de la ubre de oro. Cuanta leche podrá dar una ubre así, y además fijo que también granizada. Que preciosa figura decorativa para una urbana plaza municipal. Un beso papá, abrígate.

Y arribo a la gran plaza Kirov, una extensa plaza rodeada de sobrios edificios gubernamentales donde todavía se pueden ver las siglas de la extinta CCCP, así como el gran hotel Angara, reliquia de la época soviética.

En el centro de ella y como también es muy habitual en el invierno ruso, un gran parque de juego para los más pequeños, pero como no podría ser de otra forma, construido en hielo. Toboganes, castillos, figuras, hasta un pórtico de entrada y un avión de pasaje. Que artistas del solido elemento.

Ya finalizando la visita del centro de Irkutsk, admiro la gran iglesia ortodoxa, con gran policromía exterior que destaca sobre las otras dos adyacentes pero menos rotuladas exteriormente. Hasta para atraer la atención del feligrés hay que ser un poco original y llamativo.

Muy cerca la otra parte del río Angara muestra desde un mirador el otro lado de la ciudad. Retorno al centro por peatonales calles, en las que puedo ver otro gran circo permanente, varias originales figuras, y como hoy la cosa va de deportes, entro en una gran tienda deportiva rusa. Como se nota la práctica de poco habituales para nosotros deportes de invierno, skis nórdicos, botas de patinaje a la última moda, trineos de todos los modelos y un sinfín de artículos para el invierno siberiano.

Pero cuidadín, que viendo los carteles de la calle me topo con también presente pero casi pasado soviético, de la cultura española. Ahí estaba en la pared. Un torero español con capote y todo, y en letras bien grandes “Español”. Por si había dudas. Para acabar de magnificar nuestra cultura la foto de la paella del domingo y hasta el espectáculo de flamenco.

Finalizo la visita antes de volver a mi calentín hostel ruso, paseando por animadas y peatonales calles de esta sorprendente ciudad de Irkutsk, finalizando el día con caro pero ansiado cafetín ruso en guapísimo café ruso.

Creo que mañana hablaremos de un gran lago…

Como siempre capítulos anteriores en:

Http://albertocampamontes.blogspot.com

2 comentarios:

  1. No parece la ciudad de Irkutsk demasiado interesante aunque eso sí deportiva parecía.
    Ya esperamos por la visita al lago Baikal.
    Abrigate y toma un blanco recalentao :-).

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  2. Bueno Alberto ,después de verte hoy domingo en un reportaje en el comercio descubrí tu blog y me tienes enganchado a tu aventura,te voy a seguir fiel y entusiasmadamente

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