MATE

MATE
La vida en un mate: sorber despacio y saborearlo con intensidad ya que el mate, como la vida, cuesta un tiempo prepararlo, pero si no se disfruta al beberlo, cuando se acaba ya será tarde. Fotografía tomada en Argentina durante el corralito del año 2002

11 enero 2012

CABO VERDE Y SUS PLAYAS

CABO VERDE Y SUS PLAYAS

de Alberto Campa Montes, el Domingo, 6 de noviembre de 2011 a la(s) 13:21
Como os decía os paso a contar algunas cosillas de la ciudad más al sur de la isla de Sal, Santa Maria. Esta ciudad es el gran centro neurálgico del turismo en Cabo Verde. Ello se debe a que en sus alrededores están las mejores playas de la isla y consideradas de las mejores del mundo, sobre todo por su conservación y un buen desarrollo turístico, que evita las edificaciones muy cerca del mar. La belleza de estos grandes arenales se hace muy notoria en la cercana playa de Ponta Preta, donde la arena fina y dorada forma un sablón con dos grandes dunas al lado del mar, acabando en una zona con rocas negras de origen volcánico que se mezclan con la arena, y donde se puede pasear al atardecer casi sin presencia humana (de momento).
En la parte oriental de la isla existen playas salvajes, pero con fuerte oleaje y mucha más roca, aunque fabulosas para la práctica del surf y el surf con remo. Algunas de ellas con arena rojiza fruto de la erosión por el mar de material volcánico.
En frente del pueblo de Santa Maria se encuentra el embarcadero y multitud de lanchas de pesca y veleros fondeados en esta playa con forma de ensenada, y en la que por los fuertes, pero nada molestos vientos se practican varios deportes como el windsurf, vela ligera y sobre todo el rey: el “kite surf”.
Junto con Tarifa y Fuerteventura en España, este es el lugar de peregrinaje de multitud de kitesurfistas, que encuentran en estas costas el lugar ideal para la practica de este espectacular deporte. Es impresionante ver ya desde la mañana decenas de velas de kite, parecidas a pequeños parapentes o grandes cometas, como uno quiera verlo, surcar la costa arrastrando a gran velocidad a los habilidosos kitesurfistas, que hacen preciosas piruetas saltando al coger las olas, y observo algunos locales que en vez de usar tabla de kite con sujeciones utilizan simples tablas de surf sin agarre alguno, pareciendo navegar como si la llevaran pegada a los pies. Fantastico.
Otra actividad que se realiza en estas islas, y que en concreto a mí ya hace años que me tiene enganchado es el submarinismo. He podido hacer una preciosa inmersión, en una zona como a una milla de la costa, llamada “las tres grutas”, y como su nombre indica es bucear en el interior de cuevas submarinas, cosa que nunca había hecho y que me gusto muchísimo. Entramos en el interior de estas galerías a unos 18 metros de profundidad, y con la luz de linternas se puede observar como infinidad de peces de todos los tipos y tamaños buscan su oscuridad para descansar. Los colores que se ven al sorprenderlos con las linternas son verdaderamente mágicos.
El único problema que tiene el buceo en las islas es la gran corriente que existe a casi todas las profundidades, ya que estas corrientes van circulando entre las islas, en su largo viaje hacia America. En la práctica supone, como nos ocurrió que te lances a sumergirte desde el bote y acabes saliendo a la superficie media milla más allá, teniendo que usar boya de posición y bucear dejándose llevar por la corriente y muy cerca del fondo para poder contrarrestarla un poco. En todo caso otra buena experiencia, sobre todo por las cuevas.
Otra de las bondades de estas islas es la navegación a vela, y la otra mañana mientras nadaba en el sur de la isla me acerque hasta un antiguo velero fondeado en la bahia, llamado el "Kafeoli", y su patrón viendome ya un poco desfallecido de nadar en aguas revueltas por el viento, me invito a subir a bordo. Estuve un buen rato conservando con él, un francés que vivía en la isla caribeña de Martinica, y que habia venido cruzando el Atlantico con su velero hasta Cabo Verde, para trabajar aquì fletando excursiones a vela por las aguas de la isla de Sal. Hablamos un poco del paraiso que tambien es la isla de Martinica, ya que le comenté que habia estado dos veces en ella en anteriores viajes, y me habia encantado. Al poco tiempo en una neumatica ya llegaban nuevos pasajeros a su barco, así que nos despedimos hasta no se sabe cuando el destino te puede volver a juntar. Buena travesia patrón.
Y nada más, os dejo volando ya de vuelta a España con la compañía aérea del país: TACV. Invitándoos a visitar este fabuloso país inmerso en la cultura de tres continentes, en donde se encuentra: Africa, América y Europa. Creo que toma lo mejor de cada uno y como diría un amable caboverdiano en criollo portugués, “tchaus e obrigado” y espero os hayan gustado estos pequeños relatos de Cabo Verde.
De regreso a casa

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