MATE

MATE
La vida en un mate: sorber despacio y saborearlo con intensidad ya que el mate, como la vida, cuesta un tiempo prepararlo, pero si no se disfruta al beberlo, cuando se acaba ya será tarde. Fotografía tomada en Argentina durante el corralito del año 2002

30 diciembre 2023

PROYECCIONES DE VIAJE ALBERTO CAMPA 2022

Proyección Fotográfica 

UNA MIRADA ASTURIANA A UCRANIA 



Ayer, desde el Club de Prensa Asturiana de La Nueva España, hemos estado viajando y conociendo muy en profundidad toda Ucrania y mucho también de sus encontradas vecinas fronterizas como Rusia o Transnistria 


Este viajero recuerda y añora la paz, y la ahora tan anhelada rutina diaria, que se vivía en ciudades visitadas muy recientemente como Leópolis, Odesa, Dnipropetrovsk, Sebastopol o los buenos tiempos de Kiev antes de estos tan malditos bombardeos.


Siempre me han gustado más los mapas físicos que los políticos. ¡Que de nuevo llegue a toda Europa la muchas veces no bien valorada, trabajada y reconocida palabra... PAZ!


https://www.lne.es/oviedo/2022/03/24/alberto-campa-dificil-rusia-logre-64207244.html


#ProyeccionesDeViajes

#AlbertoCampa 

26 enero 2022

Transahariano 2007 | CAPITULO 8 | CHOUM – ATAR –CHINGUETTI (Mauritania)

Transahariano 2007

8. CHOUM – ATAR –CHINGUETTI (Mauritania)

En el desierto, a quien madruga Dios le ayuda en forma de arena más dura. Saliendo muy temprano antes de que caliente la arena el sol hay menos posibilidades de hundirse en las arena, pero así y todo, todos vamos cayendo inevitablemente antes o después. Nuestro acompañante camión en este terreno de muchas dunas se vuelve a enterrar. Mis compañeros Martín y Alí, para ayudarle se atascan ellos y en cadena de ayuda también Rafa y Paco después. Vengo yo detrás de ellos y viendo el percal no paro hasta casi medio kilómetro más adelante sobre arena algo más dura para que no sigamos la mala racha.


Entre todos ayudamos a salir al camión usando las planchas de acero, después de haber quitado mucha arena de las ruedas paleando sin parar. A continuación sacamos los coches deshinchando ruedas, pero se nos vuelven a hundir otra vez. Pienso que ya me estoy empezando a cansar de cavar, pero ¡Madre mía, no me queda ná que digamos!


A partir de aquí continuamos circulando a buena velocidad por la arena y a unos 100 kms más adelante vemos a otro Toyota enterrado. Resultan ser dos chicos de Perpignan y un gallego. Vamos, que como veis, en el desierto te puedes encontrar combinaciones de compañeros aventureros de lo más raras. Casi se puede decir que parece una obra pictórica en el desierto del gran Dalí.

Viendo a nuestro paso muchos poblados cuasi fantasmas de saharauis hechos con lonas y traviesas viejas de esa antigua y larga vía del ferrocarril de Zouerat, ya aproximadamente a unos 80 kms de la pequeña población de Choum, nos aparecen de frente en la ruta unas inequívocos montañas de unos 500 metros de altitud que nos indican debemos cambiar el  rumbo hacia el sur, para ya llegar casi directos a la gran Atar. 


Llegada ya a última hora de la jornada y nos vamos encontrando equipos del Dakar que se están preparando para salir al día siguiente bien temprano en una de esas etapas decisivas por su dificultad de combinación de desierto de piedra y arena. Entregamos unos neumáticos que llevan los sevillanos para un equipo amigo y esta vez dormiríamos más cómodos en unas pequeñas chozas de paja.


Casi mediados de enero y amanece otro nuevo día en este imprevisible Sahara. La verdad que para nada me arrepiento de haberme metido en esta aventura, pero si es cierto que de no haberme encontrado con estos grandes y expertos amigos, viendo lo que me esperaba, me hubiera tenido que pensarme muy mucho si haber continuado ruta por la mejor carretera costera. Y es a pesar de tener que dar otro buen rodeo de unos 1.200 kms. Esa ruta sería la que tomarían muchas de las asistencias y camiones de apoyo a los participantes del Dakar.


Partimos a una nueva etapa que pensamos sería más o menos como los pasados dos días atrás, pero ni parecido, el difícil y destructivo terreno de piedra nos llevaría a convertir lo que creíamos iba a ser una etapa de un día en tres.


De Atar a Chinguetti muy buena y rápida pista. En esta población, la séptima ciudad santa del islam, tenía muy temprano la salida ese día el Dakar. Nosotros decidimos tomárnoslo con calma y aprovechamos a visitar unas pinturas rupestres en una cercana montaña. En las pedregosas y amarronadas paredes se podían ver dibujados hombres y animales en escenas de caza al más puro estilo Altamira. Resultaba curioso ver dibujadas en la roca muchas jirafas, hoy en día a miles de kilómetros de esta zona y ya fuera del actual Sahara, pero es obvio que miles de años atrás aquí habria llegado a existir un fértil vergel.


A continuación visitamos la histórica y muy cultural Chinguetti, durante largo tiempo punto de partida de partida de las numerosas caravanas de peregrinos de este África Occidental que se encaminaban hacia la mítica Meca de Arabia. Eso sí que era toda una aventura vital a lomos de dromedarios y con viaje de lo más incierto.


Un joven y alegre chaval nos guía hasta la importante mezquita del lugar. Bonita y bien restaurada, al haber conseguido Chinguetti, junto a su también vecina Ouadane, la distinción de ciudades Patrimonio de la Humanidad, da paso a muchas antiguas bibliotecas donde se guardan muchos Coranes de varios siglos y libros de gran valor histórico para el mundo islámico.


Buscando donde repostar y llenar las varias garrafas extras que llevamos en los coches, con manual sistema de bombeo de gasoil, nos dirigimos hacia la zona de dunas cercanas, consideradas como unas de las más grandes de toda Mauritania. Demostrando ya buena experiencia en el desierto todos conseguimos subir con los coches hasta lo más alto de ellas para cruzarlas, pero al bajar, claro está, nos enterramos hasta las defensas. Bueno, ya todos quienes leéis, ya sabéis de sobra que es lo siguiente a hacer. Sacar palas, desinflar ruedas, cavar y cavar para retirar arena, empujar y empujar, y finalmente al salir, volver a hinchar cámaras con los compresores para volver a preparar ruedas para nuevo terreno más pedregoso.


Continuamos desde esas afueras de Chinguetti hacia la zona alta de montañas de piedra que nos llevará a cortar la ruta de ese día recorrería el Dakar, pero todavía nos encontramos antes con un mar de dunas a pasar de unos 50 kilómetros.


Después de emplear casi todo el resto del día en cruzarlo, nos topamos ya con esa alta y dificultosa cadena montañosa de piedra que me recordaba mucho a circular por el irregular terreno del Parque Nacional del Timanfaya en Lanzarote, pero aquí con piedras de mucho más tamaño. A veces parece que se te caiga el alma a los pies. Solo hay dos opciones, o subirla con lo que de riesgo eso conlleva para los vehículos o darnos la vuelta por las ya pasadas dunas pero esta vez éstas serían casi verticales al tomarlas en sentido contrario, y  casi imposible subirlas.


La lógica nos dice que debemos continuar, pero ya haciéndose de noche, unos debemos ir conduciendo mientras Rafa y Alí van andando y marcándonos en la noche el mejor modo de pasar sin destrozar los coches. Conseguimos llegar hasta lo más alto donde nos topamos con un coche del rally ya fuera de carrera y un camión que lo intenta rescatar. Es un equipo alemán que atascado en las piedras casi que dice adiós a su participación en este, a la postre, último Dakar en suelo africano. Para que os hagáis una idea de la dureza de esta etapa, este día y a esta hora, solo habían conseguido entrar en la meta de Tiyikya 20 participantes.


Por supuesto que era la etapa más dura de este Dakar 2007 y nosotros ahí que estábamos metidos, atascados hasta las 2 de la madrugada, y ya un poco exhaustos, nos echaríamos a dormir un poco, todavía después de pinchar y cambiar una destrozada rueda de mi Land Rover.


Pues mimiendo para descansar un poco… ¡os dejo por hoy mes amis, à demain!

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19 enero 2022

Transahariano 2007 | CAPITULO 7 | FRONTERA SAHARAUI MAURITANA

 

Transahariano 2007

7. FRONTERA SAHARAUI MAURITANA

(A bien seguro que hoy os gustará leer este nuevo capítulo ya muy sahariano)


Depósitos de gasoil del coche a rebosar, además de otros 80 litros más en garrafas en el maletero, agua para varios días y nos disponemos a cruzar la franja de terreno saharaui hacia el norte mauritano para llegar a través del desierto hasta la ciudad de Atar donde intentamos volver a recuperar tiempo perdido para acoplarnos de nuevo al rally Dakar.


Habiendo salido muy temprano desde nuestro alojamiento sahariano, tramites de policía, aduana y ejército de marruecos para pasar ya solos por la tierra de nadie que lleva hasta el norte mauritano. Al llegar a la zona de pista, primer atasco y dificultad para salir de la trampa de arena. Primera ayuda para salir y…¡No me queda ná por delante! Máxima precaución durante unos cuantos kilómetros en los que antes el ejército formaba convoy para cruzar frontera pero que ahora toca apañárselas solo evitando los supuestamente minados laterales de la pista de arena durante largo conflicto saharaui entre Marruecos y Mauritania.


Buen aliento y ayuda de mis nuevos amigos sevillanos así como también de nuevo compañero onubense que se nos une a cruzar el Sahara hacía Malí. Con él viaja Alí, otro ya buen amigo que vive en Merzouga, junto a la frontera argelina, y al que tuve oportunidad de visitar otro par de veces después de su muy recordada ayuda en este viaje.



Sin encontrar al principio pista ni rodadas en esta zona de saharauis y mauritanos, continuaríamos después navegando de oeste a este. La tormenta de arena de la noche anterior borró cualquier huella y con rumbo a Choum en los gps’s circulamos por las difíciles dunas de arena. Al principio yo me entierro sin parar y es Alí quien me socorre como muy experto conductor en arena. De hecho me va enseñando varios valiosos trucos para abordar las dunas e intentar no quedar atrapado cada dos por tres. Toca aprender mucho y rápido, ya que nos quedan muchas jornadas de puro desierto sahariano hasta llegar al Sahel. No queda más remedio que asimilar todo rápido y coger una experiencia que me llevaría mes y medio después a emprender camino de vuelta ya en solitario.


Seguiríamos en esta dirección hasta encontrarnos con las huellas que habrían dejado la noche anterior los participantes del Dakar camino de la mauritana ciudad de Atar. Esta nuestra etapa serían unos 500kms casi en línea recta de pura arena y tierra de muchos saharauis que viven entre la zona mauritana y la controlada por el Polisario. La verdad que a medida que vamos encontrando pequeños asentamientos, a mí me parece mentira que puedan vivir aquí, prácticamente sin nada.


Seguimos camino y nos encontramos con familias a las que vamos dando algo de comida, agua y ropa que llevamos de más en nuestros coches. Nos imaginamos que muchos de los saharauis que viven en los campamentos de desplazados de Tindouf, aunque mínimas si reciben algunas ayudas de agencias humanitarias de Naciones Unidas, cooperación internacional o muchos amigos europeos del pueblo saharaui, pero todos estos se tienen que hacer la vida pastoreando sus pocas cabras, que por cierto casi increíble puedan llegar a alimentarse con los solo cuatros hierbajos que por aquí nacen.



Un poco más adelante nos encontramos atascado en el arenoso fondo de arena muy blanda a un camión.  Sus ocupantes, un holandés que viaja con una chica de burgos y un anciano saharaui que después nos contaría militó mucho tiempo en ese resistente Frente Polisario. Les ayudamos a salir cavando para sacar arena de debajo de las ruedas y empujando para sacarlo.


Continuando ya todos juntos, formando nuestra pequeña caravana sahariana, acamparíamos cayendo la noche para pasar la noche con ellos. Experiencia muy agradable para todos al conocer la vida y aventuras de cada uno de nosotros. No hay tormenta, cielo estrellado con un brillo especial, se ven muchas más estrellas que en casa y como decía, todos nos contamos nuestras pequeñas aventuras saboreando un rico té saharaui.



 Nuestro amigo polisario para ayudar a su familia se gana un poco la vida guiando a gente como el holandés y su chica que quieren cruzar este desierto con su tan útil y siempre experta ayuda. El anciano sabe más por viejo que nadie, sabe la dirección exacta que hay que seguir, sin falta de brújulas o modernos gps, sabe cuánto falta para llegar a Atar y hasta por donde va a soplar el viento de madrugada. Por supuesto, como llegar a los actuales campamentos del Polisario del norte y moverse por un área de miles de kilómetros de arena. Ahora su misión, llevar a sus nuevos clientes del camión que llevan toda su casa dentro para viajar por esta siempre difícil pero bellísima África.

Hasta mañana mis amigos, espero os esté gustando seguir este pequeño diario con ya antiguo periplo viajero por África 🌍



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#albertocampa

18 enero 2022

Transahariano 2007 | CAPITULO 6 | SÁHARA OCCIDENTAL

Transahariano 2007

6. SÁHARA OCCIDENTAL

Jornada transitando la antigua colonia del Sáhara Occidental. Después de pasar la noche en el vivac del Dakar, situado en las pistas del aeropuerto de Tan Tan, me levanto a las 6.30h, con mucha actividad todavía en los equipos, que se pasaron toda la noche reparando coches y motos de los participantes, y cuyo ruido de compresores hace casi imposible dormir.


Empieza a llover y a la vez viene una fuerte tormenta de arena que nos va convirtiendo a todos en una especie de “croquetillas” rebozadas del desierto entre tanta agua y arena.


Gran atasco de salida del campamento, donde asistencias del Dakar, coches, camiones y un nutrido grupo de todoterrenos venidos desde puntos de toda Europa, continúan su marcha con la gran caravana. En mi caso, me lo tomo con un poco más de tranquilidad y desayuno antes de salir con un equipo Land Rover portugués de asistencia a una de las motos de participante amigo, así como con unos nuevos conocidos sevillanos que también tienen intención de seguir todo el Dakar hasta Malí. No sería poco lo que esos nuevos amigos, Paco y Rafa de Sevilla, me ayudarían más adelante, y creo que, sin ellos y otro todoterreno más que se nos uniría también, hubiera sido muy complicado cruzar todo el desierto en solitario hasta Malí.


En este día ya comenzamos a viajar juntos dirección a la frontera sur marroquí del Sahara Occidental. Los participantes oficiales del Dakar pasan por la frontera Norte con Mauritania al abrirse excepcionalmente para el rally un paso por el muro que separa la parte anexionada por Marruecos de la zona controlada por el Polisario. Pero a todos los demás nos obligan a entrar en Mauritania por el paso sur, debiendo hacer un rodeo de casi 1500 kms. Así que es previsible que volvamos a cazar a toda la caravana oficial, pero ya pasado mañana tras jornada de descanso en Atar, antigua capital mauritana enclavada en el centro del desierto de ese país.


Por la carretera del Sahara Occidental vamos rápido, pero las dunas del desierto, en constante movimiento, van poco a poco invadiendo la carretera hacia el mar, lo que hace que a veces te encuentres de golpe montones de arena de hasta 3 metros de altura que debes esquivar o pasar mucho más despacio para no tener daños mayores. Unos cuantos kilómetros más adelante, una máquina viene quitando la arena, casi tal como en los puertos de montaña se va limpiando de nieve en invierno.



El desierto llega hasta el mar formando, unas veces, lineales playas de cientos de kilómetros y otras ocasiones, altos acantilados de vértigo. Cruzamos las coloniales ciudades de Tarfaya y El Aaium, donde recuerdo a mi tío Luis que hizo su mili en tiempos de aquel Sahara español.


Mucha de la gente que nos topamos habla español, mientras que nosotros decimos “ boujour” a los muchos policías marroquíes de los controles que nos detienen para comprobar documentación de los coches y que a veces hay que animar con algún pequeño “cadeau”, para que no nos tengan retenidos casi una hora cada vez que nos paran.


A nuestro paso vamos viendo muchísimas tiendas de pastores saharauis en dirección a Dakla, aquella antigua Villa Cisneros española, donde nos quedaríamos a sus afueras a descansar un poco en un pequeño motel de carretera. La frontera ya cerró sobre las 23.00h, así que aprovechamos a dormir aquí sintiendo una de las habituales tormentas de arena y lluvia que por aquí se dan cada poco.


A la vuelta de este largo recorrido que me llevará por varios países del sahel, volvería por este querido Sáhara Occidental, por lo que en esos días os contaré y compartiré muchas fotos de todos sus lugares y hospitalidad de sus gentes.


Mañana y durante bastantes jornadas más, la arena y piedra serán nuestro camino por tierras de saharauis y mauros, así que os seguiré contando más de este viaje, esperando como siempre, os guste conocer cómo se abre paso la vida hoy en día en este inhóspito desierto saharaui y mauritano.


Salam Alecum my Friends!
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#albertocampa

13 enero 2022

Transahariano 2007 | Capítulo 5 | OUARZAZATE - TAN TAN (Marruecos)

Transahariano 2007 | Capítulo 5 

OUARZAZATE - TAN TAN (Marruecos)

Pocholo, sí, era Pocholo quien también llegaba a unirse a esta, ya amplia, caravana del Dakar. Quizá yo estuviera como una cabra por intentar hacer este viaje cruzando todo el Sahara con mi propio coche, pero ahí que venía Pocholo también con su moto a saborear un poco el placer de la aventura. Él puede que también como una cabra, pero lo que es seguro es que venía con provisiones, con todo un queso de cabra en una de las maletas de su BMW trail. Así que después de ver la llegada de la última especial del día, ahí que nos pusimos a cenar juntos el “quesu” como presumía decirme en asturiano y algo de embutido y latas que aportaba yo.

ALBERTO CAMPA Y POCHOLO


En estas primeras etapas marroquíes del Rally, además de la caravana de competidores, hay mucho ambiente con gente que viene a verlo desde varios países y que como nosotros nos íbamos acoplando a seguirlo.



Como os comentaba, el vivac de Ouarzazate estaba instalado en el recinto del aeropuerto, y la actividad de entrada de vehículos y gente era frenética aún ya avanzada la noche. Equipos de Lituania, Rusia, Estados Unidos y hasta de Japón, pero por supuesto a quienes más prestaba ver en sus 4x4, era a los más conocidos de nuestro equipo Repsol, con Stéphane Peterhansel, el piloto francés apodado Monsieur Dakar por sus múltiples triunfos en motos y coches, o a nuestro majo Nani Roma.



Después de improvisada cena picnic, y antes de irnos a dormir algo, Pocholo y yo saludábamos a Carlos Sainz que salía del vivac para irse a descansar mejor en hotel cercano de Ouarzazate. Aunque con cara de cansado, se sonreía al ver tan famosa pareja saludándole y dándole animos. ¡Vamos, que sobre todo Pocholo (como una cabra) era el que le sacaba la sonrisa!. Muy majete el madrileño, se despedía de nosotros y ya con ganas de dormir todos un poco, pues para el catre que nos ibamos, y el mío, pues dentro del Land Rover Sheraton ¡jejé!




Ya con las primeras luces , salida de la etapa en dirección hacia la costera Tantan, localidad que marca la entrada desde Marruecos al Sahara Occidental y que está aproximadamente unos 300 kms antes del Aaium. Levantándome a las seis de la mañana, esperé a ver en el control de salida de las siete a Carlos Sainz y Nani Roma, para tras su salida partir yo con los camiones de asistencia y demás coches, haciendo casi toda la etapa por carretera hasta Tantan en un total de 10 horas de ruta con guapos paisajes, donde se ven muchos bereberes trabajar sus tierras en estas últimas montañas del Atlas y antes de comenzar la zona más desértica.




En la carretera, algunas ráfagas de viento que elevan mucha arena, parecen pequeños tornados, pero los verdaderos tornados peligrosos son los policías marroquíes que, entre tanto occidental vehículo suelto que sigue el Dakar, intentan hacer su agosto con los manuales radares oculares. Te suelen detener, decirte que vas a 132 km/h y que la multa a pagar directamente son 400 dirhans. Como casi todo en la vida es cuestión de paciencia y experiencia, y aunque la primera vez lo solucione sin echar tiempo con un regalo de 100 dirhans, ya en las posteriores también fui descubriendo que aguantando un poco, a los corruptos polis les bastaba con 50dh o incluso diciéndoles que eras del propio apoyo del Dakar…”pas probleme monsieur”.


Llegada al vivac de Tantan, situado en el arenoso y destartalado aeropuerto de las afueras de esta pequeña ciudad, donde esta vez, sí podía instalarme a dormir dentro del recinto. Pero ya os sigo contando mes amis.

¡À demain!

Transahariano 2007 | Capítulo 4 | MARRAKECH - OUARZAZATE (Marruecos)

 

Transahariano 2007

4. MARRAKECH - OUARZAZATE (Marruecos)

 


Tras recorrer esa carretera del norte marroquí desde Tánger, Asilah, Larache, la base americana de Kenitra y pasar esos dos días en la capital Rabat para gestionar el necesario visado para posterior entrada en Malí, mi recorrido seguiría yendo al sur, para alcanzar ya cayendo de nuevo la noche, la exótica y bien conocida Marrakech.

 

MARRAKECH

Visitada hace años, esta vez no me detendría en ella más que lo necesario para dormir un poco en el coche y así continuar con las primeras luces del día ruta hacia el alto y muy nevado Atlas marroquí. Ya al  poco de dejar los preciosos jardines de la Menara atrás, esa mucha y vistosa nieve de las montañas en un mes de invierno como enero, hacían que la ruta hacia la más sahariana Ouarzazate fuera toda una maravilla visual al volante.

 

MARRAKECH

Viendo a mi paso a los esforzados agricultores y pastores marroquíes trabajar y aprovechar sus tierras y campos, el muy bonito puerto de la cordillera del Atlas hace agradable trazar las curvas de la carretera construida por los franceses y que conducen a coronar el paso de Tizi n’Tichka, el más alto del norte de África, con sus casi 2.300 metros de altura. Geográficamente cercana, también está la cima más alta de este norte africano, el Toubkal con sus 4.167 metros, que pasados los años también he tenido oportunidad de coronar en compañía de buenos y muy montañeros amigos.

 





Ya al final del largo descenso a Ouarzazate, parada a saborear un rico té a la menta en un coqueto hotel rural marroquí cercano a la carretera y a una abandonada Kasbah. También mes y medio más tarde de este día que os relato, tendría oportunidad de tomarme otro sabroso té, pero ya sería con una compañía muy especial que vendría a mi encuentro, para después viajar juntos y más tranquilamente todo Marruecos, pero sobre todo, para enseñarle esa tan guapa y querida Marrakech a mi medio zumo de naranja. De ella, casi seguro, os compartiré fotos y más extenso relato en la parte final de este largo viaje.

 


Después de unas cuantas horas más, entraba con mi Land Rover en Ouarzazate, viendo a sus afueras los tan cinematográficos estudios, en los que se rodaron tantas famosas películas con fondos de arenoso desierto. En definitiva, que junto a los estudios tunecinos y nuestra andalusí Almería, la gran meca del cine árabe.

 


Sería en esta Ouarzazate donde me uniría ya a la gran caravana del Dakar, en la que algunos de sus camiones de apoyo así como muchos forofos del motor, estaban haciendo su temprana entrada en el vivac de ese Dakar que esta noche se alojaría a trabajar ocupando el aeropuerto de la ciudad.

 


Por las crecientes medidas de seguridad, aquí no tuve oportunidad de entrar con mi coche dentro del vallado recinto, pero sí tras aparcar en la cercana carretera, ver la posterior entrada ya cayendo el sol, de las motos, camiones y coches competidores en este mítico rally y del que ya os daré buena cuenta con fotos y anécdotas viajeras en el día de mañana.

 



Salam Alecum my Friends!!!